El proyecto DOM fusiona la tecnología domótica con la calidez hogareña en una vivienda en Milán. Totalmente domotizada, la cocina destaca por su amplitud y fluidez, incorporando una bóveda de cañón en dos alturas para conseguir dinamismo. La elección de madera de nogal oscuro y tonos terrosos crea un ambiente acogedor y elegante. Un falso patio interior divide sutilmente la zona de comedor y salón, proporcionando conexión con la naturaleza. La integración del interior con la terraza a través de un ventanal amplio permite crear un espacio diáfano con recorridos dinámicos.